viernes, 18 de octubre de 2013

ME GUSTAN SUS SORPRESAS

Era jueves sobre las 6.30 de la tarde, hacía frío fuera, yo había puesto la chimenea, y estaba en el sofá mensajeándome con él, volvía de viaje, había currado en la capital y tenía que regresar, no conducía así que en sus viajes solíamos entretenernos contándonos nuestra vida o bromeando con cualquier tema, ese día estábamos nostálgicos como el tiempo, la ternura flotaba en el ambiente... un mensaje cambió el tono de la conversación "oye tu vives en torrejón no???""si por?" "pásame la dirección, ahora te cuento" (después me contaría que vio el cartel en la autovía y no podía irse sin besarme, que dejo a los compañeros seguir solos y que él se incorporaría al día siguiente).

Yo me quedé un poco fuera de juego, me puse algo de ropa, recogí lo que tenía encima de la mesa y el timbre sonó, "si??"" Abre soy yo", el corazón se me salía por la boca, no me lo podía creer. Abrí y me asomé a la escalera, nada más mirarnos se me fueron los nervios, dejé de temblar, llegó la calma, subía con sus vaqueros apretados y esa enorme sonrisa, yo debía de tener una cara de tonta... nos fundimos en un abrazo fuerte, largo, en un abrazo que decía muchas cosas, a ese abrazo le siguió un beso, un simple roce de labios muy divertido, para después pasar a casa. Sin soltarle de la mano, como si tuviera la sensación de que al girarme se iba a esfumar, le enseñé la casa, riendo con cada detalle, con cada historia de donde era cada adorno que decoraba las paredes...

Nos sentamos a tomar una cerveza y charlar, había mucha complicidad, muchos gestos de cariño, siempre me dio miedo equivocarme con lo que sentía pero teniéndole a mi lado tenía la certeza de que todo lo que habíamos sentido no era sólo ilusión era real...pedimos cena al chino y nos pareció que acabábamos de llamar cuando llegó...el tiempo con él siempre se había pasado volando...y esa noche no iba a ser diferente...cenamos mientras hablamos sobre los malos momentos que habíamos pasado, sobre los buenos, sobre los problemas que aún ambos teníamos, sobre los miedos de cada uno...

Y al terminar de cenar nos dispusimos a ver una película, nos acomodamos en el sofá y la peli comenzó, yo no la estaba haciendo mucho caso la verdad, pensaba en lo que sentía en que estaba ahí con él, que esa noche tan deseada por fin había llegado, estábamos en silencio, y lentamente nuestras manos se unieron, y comenzaron a acariciarse, nuestros ojos seguían en la película mientras nuestras dedos jugueteaban, provocando que mi piel se erizara,  giré mi cara para mirarle y el correspondió a esa mirada, lentamente y sin dejar de mirarnos, me acerqué, miré sus labios y los míos se acercaron, se acariciaron, esta vez no fue un beso furtivo,  se fue convirtiendo poco a poco en un beso profundo, intenso, donde nuestras lenguas calmaban esa sed que hacía tiempo sentían, nuestras manos nos apretaban contra el otro, como si quisiésemos ser uno sólo... Al separarnos un dulce sonrisa se nos dibujó a ambos, la cama y la paz pintaron la habitación, y la ternura podía olerse, abrazados continuamos viendo la película, las caricias ya no eran disimuladas y los besos tampoco, se sucedían cada vez que la película pasaba por un lado lento, lié un cigarrito y ambos lo compartimos, jugueteando echándonos el humo, que alternábamos con divertidos besos, para cuando lo terminamos ya ni recordábamos la película.

Me acerqué a su entrepierna y mordí desde principio hasta el fin el bulto que su pantalón marcaba a su izquierda, me daba la sensación de que iba a explotar ese pantalón tan ajustado, así que mirándole de forma traviesa comencé a desabrochar sus botones, tuvo que levantarse para poder quitárselos, yo reía mientras, no llevaba ropa interior por lo que su polla erecta quedó al descubierto, era grande, gordita, la miré con cara de deseo, él se tumbó a mi lado y cociéndola en su mano me la ofreció, mi lengua se acercó a ella para recorrerla despacito,  sin dejar de mirarle a esos ojos verdes que poco a poco se llevaban de deseo y excitación... mis labios rodearon su glande, y lentamente fue penetrando mi boca, profundo, hasta el fondo, para después lentamente sacarla de mi boca y succionar la punta, mis manos comenzaron a acariciar sus testículos, mientras mi boca aumentaba el ritmo de succión, una de sus manos acariciaba mi pelo mientras la otra se había desecho de la camiseta y jugueteaba con mis pezones, hábilmente me desnudo y me tumbó en el sofá.....su lengua comenzó a recorrer mis piernas, sentir su lengua en mi piel y sus grandes manos acariciando mi cuerpo, me hacía volver loca, paseó por mis muslos hasta llegar a mis ingles, su lengua jugaba haciéndome sufrir, por fin se acercó a mi sexo, yo por dentro suplicaba que lo hiciera ya, se acercó y echo su aliento sobre mi clítoris.... sentir su aire caliente me hizo estremecer, su lengua se abrió paso entre mis labios, y golpeó mi clítoris, lo golpeo varias veces mientras mi boca no podía evitar los tímidos gemidos, su lengua continuó jugueteando mientras dos dedos se abrían paso en mi vagina, penetraban profundo, lentamente, tras empaparse comenzaron a  acariciar mi ano, y uno se abrió paso en el mientras el otro hacía lo propio en mi vagina, los gemidos dejaron de ser tímidos para convertirse en salvajes, sus dedos me penetraban mientras su boca me devoraba, en apenas unos segundos y mientras mi mano apretaba su nuca, mi cuerpo se tensó, y un tremendo orgasmo me recorrió todo el cuerpo, fue tan intenso que me costó recuperar el aire, fue tan intenso que acabé mareada, se acercó a mi y me beso lentamente, podía sentir su sonrisa mientras me besaba, me gustaba el sabor de su boca tras mi orgasmo, se incorporó sobre mi y lentamente su polla se abría paso dentro de mi, lentamente, sus caderas se movían y podía sentir como me acariciaba por dentro, salía lentamente y se dejaba caer, haciéndome gemir cada vez que tocaba el fondo, mis piernas rodearon su cintura, quería que me follara, incrementó su ritmo mientras mis uñas apretaban su espalda y su boca se comía a la mía.

Paró un instante y rodando en el sofá y me puso encima, comencé a botar sobre él, mis tetas botaban frente a sus ojos, y sus manos las apretaban con fuerza, pero el pequeño dolor que me producía era placentero, sus manos agarraron mis caderas, las levantaron un poco y comenzó a penetrarme, duro, mientras ambos gemíamos, sus manos me rodearon y me apretaron fuerte contra él, mientras el ritmo era frenético y juntando nuestras bocas, ahogamos un nuevo orgasmo, esta vez sincronizado, nos tragamos los gemidos y todo el placer.


Quedamos tendidos, abrazados, empapados, sonrientes, felices, me acerqué y le dije al oído.....hoy sueño dormirá en mi cama gracias a tu sorpresa

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