martes, 25 de junio de 2013

¿Y SI ERES TU?

Aún faltaban dos horas para la salida de mi avión, viajar siempre me generaba ansiedad, era una artista perdiendo vuelos, así que prefería ir pronto y esperar antes que quedarme en tierra. El avión salía casi de madrugada y había poca gente en el aeropuerto, pocos vuelos debían de salir a esas horas.

Las cafeterías estaban cerradas pero yo necesitaba algo de beber para no dormirme, solo me faltaba dormirme en la puerta de embarque y perder el avión estando allí. Me acerqué a una maquina a por una coca-cola, había un sacando una lata, no le presté mucha atención, iba vestido con traje y llevaba una mochila de esas de guardar el portátil, debía de ser un ejecutivo.

Al coger su cambio las monedas rodaron por el suelo, me agaché a ayudarle, me miró y por unos instantes perdí la respiración, sus ojos marrones atravesaron los míos, tuve la sensación de conocer esos ojos, esa boca me era familiar, e incluso quise leer en sus ojos que el también reconocía los míos. Pero no podía ser, estaba en un país en el que apenas conocía gente y los que conocía me habían acompañado al aeropuerto. Dándome las gracias se fue, no le di más importancia.

Tras una vuelta por el aeropuerto busqué mi puerta de embarque y me dirigí hacia ella, en esa sala había 4 puertas pero solo dos vuelos programados, me senté en una de las butacas y saqué el móvil, no tenía nada que hacer así que entré a ver que se cocía en Twitter. Puse un mensajito "largas horas de espera en el aeropuerto", actualicé mi TL y el último tuit que aparecía era el de una persona muy especial para mi, a la que no conocía pero a la que tenía un cariño especial. Su tuit decía "Esta noche estoy muy cerca de ti".

Sonreí, sus letras siempre eran inspiradoras, muchas noches las pasamos intercambiando sueños a través de las letras, escribí al aire, como siempre solíamos hacer, "Esta noche me gustaría que estuvieras más cerca", teníamos los horarios cambiados y normalmente no podía disfrutar de sus letras como me gustaría, así que al menos leerle me ayudaría a pasar las horas más rápido.


Mientras sonreía el chico del traje entró en la sala, debía de salir en un vuelo que salía desde la misma sala. Se sentó en la otra parte, pero frente a mí, sacó un pequeño ordenador y lo conectó a un enchufe cercano. Yo le observaba, era muy guapo, tenía un halo de misterio, se le veía enigmático.

Actualicé varias veces pero mi mensaje no había tenido respuesta, leí un par de noticias sobre política, y volví a actualizar "No importa la distancia, cuando nuestras almas están cerca", genial eso significaba que pasaría la noche volando entre letras y sensaciones, las que era capaz de sentir a través de las letras. Él me inspiraba "hace mucho que nuestras almas están más que cerca, me gusta cuando volamos y somos uno".

El chico misterioso estaba ensimismado en su laptop, sonreía, disfrutaba de lo que estuviera haciendo, tenía una preciosa sonrisa, y seguía teniendo la sensación de haberle visto en algún lugar, mientras escribía nuestros ojos se encontraban, pero nuestras miradas se desviaban rápidamente a nuestros aparatos electrónicos cada vez que se encontraban.


"Viajamos unidos por ese hilo cristalino que nos ata en la eternidad, pues una creación tan perfecta no se puede soltar." sus letras me hacía estremecer, realmente producía sensaciones inexplicables en mi.
"Materia distante, suave, frágil... Polvo... Ceniza... Donde habita mi soplo, mi esperanza, mi llama divina"."Observar lo que soy, lo que siento desde el punto álgido de tu cuerpo..."Su facilidad para expresar sentimientos en palabras siempre había sido mucho más fácil que la mía. Yo me limitaba a marcar como favorito sus mensajes. Con él nunca sabía si algún  mensaje era dirigido a mi, pero a mi me gustaba jugar a imaginar que sí.

Actualicé y me encontré con ""Me observo y te observo. Me siento y te siento. Y no estamos tan lejos." , sentí algo especial, ese mensaje me hizo levantar la mirada y centrarme en el chico del traje, se le veía feliz, me miraba y sonreía, sonreía travieso, fijaba en mi su mirada, quería que supiera que lo hacía. Y si esos ojos me sonaban familiares porque eran los suyos??Tan solo había visto un par de fotos suyas hacía algún tiempo, podría ser. Pero él vivía a miles de km de donde estábamos, no podía ser posible.

Tenía que intentar resolver mi duda a través de esos mensajes al aire, aunque lo que yo interpretara como respuestas no lo fueran, el juego me estaba envolviendo, enloqueciendo, haciéndome disfrutar "Me estremezco solo de imaginarme observada"

Su respuesta no tardó en llegar "Mi alegría es que tus labios sean míos con sólo imaginarlos que me besan sin miedo...""Y respirarte en cada roce, en cada mordisco, en cada sonrisa... Cautivarte, seducirte... Atraparte... Y consumirte..."

Los ojos del chico del traje me devoraban, hacían que mi cuerpo ardiera, mientras que sus letras hacían vibrar a mi alma, solo pude decir "Te deseo"

La mirada del chico del traje se tornó lujuriosa, ya no me miraba como un niño travieso se había convertido en la mirada de un hombre "Tengo ganas de besarte, de comerte la boca... De borrarte esa duda de los labios con la miel de mi concupiscente presencia..."


No sabía quien provocaba que me fuera inundando por dentro, pero estaba excitada, sentía como mi vagina se contraía, como mi respiración se agitaba, ya no me importaba nada, miraba al chico del traje sin disimular lo que a mi cuerpo le estaba pasando, lo que estaba sintiendo, tenía la sensación de que a él le pasaba lo mismo, "Quiero sentirte esta noche como ninguna otra lo he hecho".

El chico del traje se levantó, desenchufó el portátil y lo metió en su bolsa, yo pensé que se me había acabado parte del juego, actualicé pero no había nada. El chico del traje se acercó a mi, sin decir nada me tomó de la mano, yo era esclava de sus deseos, de los míos, no pregunté no articulé palabra y le acompañé, nos acercamos a una puerta y la abrió era un almacén apenas entraba algo de luz desde el final del pasillo, dulcemente me puso contra la pared, sus manos se posaron a ambos lado de mi cara y me besó, era un beso deseado, era como si llevásemos años esperando a encontrarnos, nuestras manos acariciaban nuestros cuerpos aún vestidos, pronto sus manos arrancaron mi camiseta dejando a la vista mis pechos, sus manos ágilmente se deshicieron del sujetador de encaje negro, y su boca comenzó a jugar con ellos, apenas apreciaba su silueta,  un suspiro se escapó de mi boca, y su mano la tapó, debíamos ser silenciosos si no queríamos que nos descubrieran.

Mientras me besaba, lanzó su americana sobre una mesa que había a unos metros, se quitó la corbata y la puso en mi cuello, mis manos fueron desabrochando los botones de su camisa y tras deshacerme de ella mi lengua recorrió lentamente su pecho, bajando hasta su ombligo, mis manos desabrocharon su pantalón que cayó instantáneamente al suelo, me arrodillé junto a él, mi boca recorrió el tronco de su pene con los dientes por encima del slip blanco que llevaba. Estaba dura, muy dura, sabía que se moría por que me deshiciera de la tela q le separaba del verdadero placer.

No había mucho tiempo así que no le hice sufrir más, de un tirón el slip desapareció, se pene erecto lucía ansioso, mi boca se apoderó de él, lo devoró, comenzando por su glande, para continuar por el resto del tronco hasta su base, sintiendo como me faltaba el aire, mi boca comenzó a penetrase lentamente mientras mi mano le masturbaba acompañando a mi boca, bailando juntas al mismo ritmo, contagiando de ese ritmo a su respiración, sus manos acompañaban los movimientos acariciando mi pelo.

 Se apartó y agarrándome de la mano, me llevó hasta la mesa, empujando lentamente me sentó en la mesa y levanto mi falda, tiró de mi tanga de encaje y lo guardó en el bolsillo de su pantalón. Me recostó sobre la mesa, y entre penumbra vi como acercaba su boca a mi sexo, sentí su aliento caliente, su lengua se abrió paso entre mis labios mojados,  bajó x el perineo hasta mi ano, lubricándolo con mi propia sabia, su lengua comenzó a jugar con mi clítoris mientras uno de sus dedos penetraba mi ano, las palabras de los mensajes recibidos llevaban a mi mente a otro mundo, mientras él, calmaba el deseo de mi cuerpo, los gemidos se escapaban de mi boca era inevitable, pero esta vez él no intentó impedirlos, dos dedos me penetraban duro mientras su boca masturbaba mi clítoris, no aguantaba más mi cuerpo se lo contaba como si fuese un secreto, él me entendía perfectamente e incrementó el ritmo, mi cuerpo se tensó, y una melodía de placer hizo vibrar cada cm de mi piel, se hizo el silencio mientras mis pulmones se esforzaban por intentar coger aire para reponerme.

Me incorporé y mientras mi lengua recorría la comisura de sus labios mis manos dirigieron su polla hacía mi, lentamente me penetró, nuestros torsos se unieron, nuestras manos nos abrazaron, su cuerpo me embestía, cada vez más profundamente, mis uñas resbalaban por su espalda, mis dientes mordían su cuello, mientras sentía como se incrementaba el latido de su corazón. Algunos ruidos se escapaban de sus labios, cerca de mi oído, apenas imperceptibles. La fuerza de las embestidas fue in crescendo. Y la exhalación del orgasmo, la sentí en la mía sentí su gemido ahogado en mi garganta mientras me apretaban con él y se deshacía dentro de mí. Entre sudores, caricias y besos, su cuerpo fue despertando tras unos segundo de vuelo por el cielo.

Se vistió y dándome un beso en la frente, me dijo : " sal en unos minutos, para que no nos vea nadie salir juntos, gracias por este viaje mi niña"


Aún estaba recuperándome, no me dio tiempo a reaccionar, cuando quise darme cuenta, él ya no estaba.

Me vestí y salí a la sala de embarque, mis ojos le buscaron por toda la sala, uno de los vuelos estaba embarcando, se habría ido en ese?? No importaba, me sentía llena de una felicidad inconmensurable, había sido mágico.

Sin poder dejar de sonreír  volví a tomar mi asiento aún quedaba media hora para q comenzase el embarque de mi vuelo.

Saqué el teléfono de mi bolso y ansiosa actualice su perfil.

"Para sentirme solo tienes que dejarte llevar y cerrar los ojos, solo tienes que desear tenerme a tu lado y allí estaré"


No sabía si había sido el, y nunca lo iba a saber, lo que tenía claro es que había sido a él a quien le había hecho el amor esa noche.

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